8 DE MAYO - NUESTRA SEñORA DE LUJáN
Te presentamos en breve, la historia de esta Advocación tan importante y querida por los argentinos...
Historia:
La historia cuenta que allá por el año 1630 atravesaba la pampa, con destino a Córdoba y Tucumán, una caravana que habÃa salido de Buenos Aires.
Luego de tres dÃas de camino, arribaron al arroyo de La Cruz, situado a unos 20 km de donde hoy está emplazado el Santuario, en los campos pertenecientes a Don Rosendo Oramas.
En la mañana siguiente se dispone todo para seguir viaje, pero una de las carretas no se puede mover. Examinada la carreta y encontrándola en buen estado, intentan seguir, pero es inútil.
Entonces comienzan a vaciar la carreta de su carga, para ver si con menos peso se podÃa mover. Comienzan por los bultos más grandes, y no habÃa caso, hasta que ya casi vacÃa, quitan un pequeño cajón que venÃa del Brasil con destino a Córdoba. En seguida, la carreta se movió sin ningún problema.
Al abrir la caja, encuentran dentro una imagen de la Virgen MarÃa bajo la advocación de la Inmaculada Concepción. Su destino era el oratorio de un devoto cordobés, pero la Virgen dispuso cambiarlo por ese paraje solitario al norte de la provincia de Buenos Aires.
Luego de desembalar la imagen, la dejaron en la modesta vivienda de Don Rosendo, donde posteriormente se construyó un oratorio.
Entre los regalos que se le hicieron a la Virgen, Don Oramas le ofreció un esclavo, niño aún, con el fin de que cuidara la Santa Imagen. El niño se consagró a la Virgen y ya mayor siguió junto a ella.
Con la muerte de Don Oramas, sus herederos intentaron retrotraer al esclavo, que se llamaba Manuel, a su propiedad. Manuel negó tener otra ama que no sea la Virgen de Luján y presentó su demanda en los tribunales de Buenos Aires, donde obtuvo su libertad definitiva.
Por otro lado la ermita habÃa quedado solitaria, y el heredero cedió la imagen a una ilustre matrona de Buenos Aires llamada Ana Matos. Ella decidió trasladarla a su estancia, ya que era propietaria de una vasta extensión de terrenos al lado del rÃo Luján. La colocó en el mejor cuarto de su casa, pero no llevó con ella a Manuel. La crónica refiere que la imagen volvió milagrosamente a la antigua ermita.
Conocido el caso, el Obispo de Buenos Aires, Fray Cristóbal de Mancha y Velasco, conjuntamente con el gobernador José Martinez de Salazar, juzgaron oportuno que la imagen quedara en la estancia de la señora Matos.
Con tal fin organizaron una solemne procesión entre la antigua ermita y la estancia, trasladando la imagen, y disponiendo que Manuel los acompañase y quedara al servicio de la Virgen. De esta manera, la imagen llegó al emplazamiento actual.
La señora Matos donó posteriormente una extensión de terreno para edificar el Santuario. León XIII, el 1 de Octubre de 1886 facultó al Arzobispo de Buenos Aires para que coronase la imagen. La ceremonia se realizó el 8 de Mayo de 1887, declarándose más tarde PATRONA DE LA REPÃBLICA ARGENTINA.